Si durante tu período salen las frases como: “no duermo bien”, “me desvelo por las noches”, “me incomoda estar así para dormir”, etc. Las mujeres suelen padecer problemas de sueño, esto sucede por los cambios hormonales que se producen durante el ciclo menstrual afectando también el descanso. Estos cambios comienzan de 3 a 6 días antes del primer día del período y hasta un 70% de las mujeres pueden experimentarlo. 


Conoce tu ciclo

Para entender los cambios, primero hay que saber lo que sucede durante el ciclo menstrual, ya sea regular o irregular. Pues, partimos generalmente de 28 días y comprende varias fases: fase folicular, la ovulación, y la fase lútea. 


Fase folicular, comienza con el primer día de la menstruación y dura hasta la ovulación, momento en el que un óvulo sale del ovario y se dirige hacia el útero, si se fertiliza, este óvulo empieza a crecer en el útero durante la fase lútea (preparando el cuerpo para un posible embarazo).


SPM

Las mujeres que padecen el SPM tienen una baja calidad de sueño y son propensas a experimentar insomnio en los días que bajan los niveles hormonales, lo que provoca fatiga y cambios de humor, incluso depresión. 

Un estudio que muestra la relación entre la menstruación y el descanso mostró que entre la temperatura corporal elevada y la fragmentación del sueño, pueden ayudar a mejorar el sueño. 

Los niveles altos de progesterona elevan la temperatura corporal, lo que podría ser una peor calidad del sueño antes de la menstruación. Los niveles de progesterona se elevan días antes de la menstruación y comienzan a disminuir cuando el óvulo no se fertiliza. Además, la progesterona se une a ciertos receptores en el cerebro, lo que conduce a un aumento del sueño REM (el que no es tan profundo). 


Duerme bien

Debes adquirir hábitos saludables para dormir, lo que se conoce como “higiene del sueño”, que consiste en desarrollar una rutina a la hora de acostarse. Aquí las recomendaciones: 


Define un tiempo para acostarse diariamente. 


Evita el uso de dispositivos mínimo 30 minutos antes de dormir.


Evita la luz excesiva. 


Evita consumir cafeína o algún tipo de azúcar antes de acostarte. 


Evita situaciones que alteren el estrés. 


Haz ejercicio físico regularmente. 


Mantén una dieta balanceada, tu cuerpo te lo va a agradecer. 


Hidrátate lo necesario. 


Fuente: 

yomarcomisreglas.com

hola.com